jueves, 5 de enero de 2012

Homosexualidad y Tolerancia

A final de año causó revuelo en España la noticia de que la superficie comercial “El corte inglés” retiró de la venta el libro “comprender y sanar la homosexualidad” del autor estadounidense Richard Cohen, que en ese país estaba a la venta desde 2004,  en respuesta a las exigencias de ciertos sectores de la comunidad gay que tacharon el libro de homófobo. En esa coyuntura, la versión digital del diario El país publicó una entrevista con el autor del libro que tituló: “la ciencia dice que la gente no nace gay”; que, naturalmente, generó en las redes sociales una serie de andanadas contra Cohen y el libro a tal punto que las exigencias de retirar el texto se han propagado a otros portales reconocidos como Amazon.

Al contrario de muchos de esos detractores yo sí he leído el libro, (quiero decir, las fotocopias, porque ciertamente así aprendimos la mayoría a leer en Colombia) y me siento con más argumentos para opinar sobre el tema que aquellos que se escandalizaron leyendo solamente el título

El libro, según Cohen, se muestra como una ayuda para que terapeutas, consejeros clérigos y otros “Comprendan cómo ayudar a hombres y mujeres que sientan atracción no deseada (egodistónica) hacia las personas de su mismo sexo” la aclaración me parece pertinente para no caer en homofobias: Es lógico que una persona que se ha realizado felizmente como homosexual no necesitará ni querrá leer el libro, pero hay otros seres que, sencillamente, NO quieren ser homosexuales y para quienes, se lamenta Cohen, Sólo existen “terapias de afirmación gay”. La terapia de Cohen ha sido implementada en grupos de apoyo que hay en la red como http://www.esposiblelaesperanza.com/  y otros donde se ayuda a aquellos homosexuales que desean volver a la heterosexualidad.

Personalmente estoy de acuerdo en los derechos que tiene la comunidad gay, creo que todos ganados en franca lid contra una sociedad que los ridiculizó y los hizo de lado; pero hay sectores que yo llamaría radicales que profesan un odio visceral contra todo aquello que no sea su visión del mundo. ¿qué se le dice a un muchachos de dieciocho o veinte años que ha empezado a hacerse un proyecto de vida y que empieza a sentir una homoatracción que él no desea? ¿Qué lo acepte, que él nació así? ¿Qué no hay nada que hacer? O peor aún ¿Qué se pegue un tiro si está muy aburrido con su existencia? Y lo peor es que muchos jóvenes lo han hecho empujados por falsas “causas genéticas” que le dicen que su destino es ser lo que no quiere.


Se me dirá que muchos jóvenes homosexuales también se suicidan porque son discriminados y tengo que concertar en que esto es cierto y que la discriminación y el acoso son actitudes repugnantes y que merecen todo el rechazo cuando alguien ha decidido libremente ejercer una preferencia sexual. No es mi deseo ser injusto con aquel que ha escogido su estilo de vida sin hacerle daño a nadie.

Una de las críticas que más se le ha hecho a Cohen es su vinculación religiosa, de la que, según sus detractores, viene el afán de “curar” la homosexualidad, frente a eso Cohen señala que: “No fue la presión de mis padres, de la sociedad o de la religión. Era yo mismo, que tenía el sueño de casarme con una mujer y tener niños”. 


Frente al origen de la homosexualidad, uno de los temas que más controversia causó entre Cohen y sus detractores, Cohen no descarta la presencia de un factor genético pero propone otros nueve (carácter, temperamento, abuso sexual, heridas sociales y culturales…etc.) y señala que la conjugación de algunas de esas variables constituirían la personalidad homosexual y, según Cohen, el descubrimiento de esas causas en cada caso podría ser el comienzo de su sanación.


Definitivamente el poder de la censura es muy pequeño y siempre tiene un efecto boomerang, ahora en España el libro de Cohen es más reconocido que antes en virtud de la prohibición, en los medios y en las redes sociales se habla profusamente del tema (¿cuánta publicidad no da estar en primera página de El País?)  Es conocida esa falencia humana de prestar más atención a aquello que está prohibido que a lo legal y el libro de Cohen lo está consiguiendo, Hay otra pregunta que queda en el aire ¿qué pasa  cuando aquellos que piden tolerancia se vuelven intolerantes? ¿es también esta una conducta puramente humana? Espero que no.