domingo, 27 de mayo de 2012

Absurdo



A Omar Yesid Rodríguez Urrego

Desde la comodidad
Bajo un árbol
Pretendo, fantaseo, me miento
Tratando de imaginarte
Quiero pensar que soy solidario
Con tu dolor, con tu muerte
Quiero creer que lo he logrado

Inútil

¿luego puedo sentir la sorpresa?
¿La malhadada sorpresa
Con que empezó todo?
¿puedo sentir la ansiedad que te domina
Al comenzar el combate?
¿al querer responder al que llamabas “enemigo”?
¿puedo sentir la sequedad en tu boca?
¿puedo hacer palpitar mi corazón al mismo ritmo que el tuyo
En el momento del infausto golpe?

Ilusa pretensión

Me gustaría saber qué pensaste
-          Si pudiste hacerlo –
Mientras salías de la cárcel corpórea
¿pensaste en este país desgraciado
Que devora a sus hijos como mala madre?
¿Qué los destruye lenta, parsimoniosamente?
¿pensaste en lo inútil de nuestra lucha para no llegar
A ser lo que ya somos?

Duele perderte, mi amigo
Como me duelen tantos hermanos
Que sucumben en manos de Ares
Que son sacrificados en vano

Ya llegarán días mejores
Pero entre tanto ¡qué agonías!

Parte el viento en dirección a la montaña
Y tú descansas, ¡oh, amigo mío!

Hijo del viento
Hijo de la lluvia
Hijo de la tormenta
Hijo de la guerra, como todos nosotros

Seguiré mi camino, amigo mío
Con el alma triste, pero el corazón resuelto
A terminar, al fin, desde la razón
Lo que  con las armas nunca acabaremos