domingo, 24 de julio de 2016

Necesitamos menos deportistas como Nairo


Sí, necesitamos menos Nairos, menos Rigobertos, menos Catherines, menos Jackelines; necesitamos menos de estas estrellas que fueron encontradas casi por accidente, necesitamos menos de estos personajes casi superdotados que hicieron del deporte su vocación, pero sobre todo su redención.

Necesitamos menos de estos deportistas de los que alardeamos que “suben la montaña a punta de cubios y arracacha” necesitamos menos de estos deportistas de los que nos enorgullecemos de decir que ‘se hicieron solos’, de esos personajes que acaso padecieron en manos del profesor de matemáticas o de lenguaje y que quizás sufrieron la desaprobación del magisterio por practicar el deporte antes de ‘ponerse a hacer algo de verdad’. Necesitamos menos deportistas de estos que pudieron encumbrarse en la cima de la competición mundial en medio de la violencia, del desempleo, de las inequidades, de la falta de oportunidades. Menos campeones que tuvieron que vender empanadas o hacer rifas en el comienzo de su carrera para poder viajar a competir.

Claro que merecen toda nuestra admiración y nuestro respeto, por supuesto que son excepcionales y se hacen acreedores de todos nuestros aplausos, pero creo que necesitamos una nueva Colombia donde historias de vida y superación como las de estos deportistas queden en el pasado.

Los deportistas colombianos del futuro no pueden pasar por los mismos inconvenientes, no pueden seguir siendo marginados por el estado,  no puede ser posible que mientras celebramos la llegada de la paz el gobierno haya reducido para este año el presupuesto para deportes justo en una época de oro para disciplinas como el ciclismo, el atletismo y tantas otras que nos han deparado grandes alegrías desde los olímpicos de Londres e incluso desde antes.

Para formar grandes deportistas como lo hacen en los países potencia también es necesario cambiar incluso nuestra perspectiva de lo que es la enseñanza de la educación física, que deje de ser una materia ‘de relleno’ con la que se completa la asignación académica de profesores de otras áreas, es vital fortalecer las escuelas de formación y que dejen de ser un fortín burocrático como pasa con tantas cosas en este país.

Se requieren grandes inversiones en este campo y no sólo hipócritas apariciones mediáticas cuando nuestros deportistas consiguen los triunfos que ahí sí ‘son de todo un país’ ojalá nuestros deportistas del futuro cercano no tengan que responderle a los políticos como lo hizo Winner Anacona al presidente Santos en estos días: “Nos hemos hecho solos”


Nuestros deportistas del próximo lustro deben tener la voluntad, las ganas y el tesón de Nairo, Catherine, Jackeline y tantos otros,  pero sobre todo, deben contar con un país que entienda al deporte como un regalo de la colombianidad  al mundo y un gobierno consciente de que aportar e invertir en el deporte es un paso adelante en la construcción de un nuevo país.