En vísperas de las
elecciones legislativas escribí en mi cuenta de Facebook que votar en blanco
era una perdedera de tiempo, muchos amigos y compañeros protestaron con el
argumento de que era un voto tan legítimo como cualquier otro; es verdad: lo
que discuto no es la legitimidad del voto, sino su utilidad ¿sirve para algo
votar en blanco? En mi opinión no solo es inútil sino que ayuda a las maquinarias de siempre.
Piense en esto: mientras usted ‘protesta’ votando en blanco, los que venden su
voto por un tamal, por una camiseta, por un contrato sí saben a quien elegir,
por eso terminamos el domingo 11 de marzo, por ejemplo, con tantos congresistas de un
partido cuestionadísimo como Cambio Radical.
Para aceitar estas maquinarias, los partidos y politiqueros tradicionales recurren a introducir subrepticiamente falsos
argumentos para incitar al voto en blanco, el más común es el de que todos los
políticos son iguales; pregunté a quienes defendían el voto en
blanco sobre si habían estudiado las hojas de vida, las trayectorias y las
propuestas de los candidatos por supuesto ninguno lo había hecho, simplemente
repiten el mantra de ‘todos son iguales’ y muchos votan en blanco para
tranquilizar su conciencia del deber ciudadano, a algunos incluso votar en blanco les produce
cierta superioridad moral y lo dicen
orgullosos "es cuestión de dignidad" me dijo un tipo en las redes. No, amigos, no todos son iguales, hay gente respetable con la que se
podrían cambiar las prácticas corruptas de la política nacional. Simplemente hay
que leer y estudiar a los candidatos.
Alguno concordó conmigo
y me dijo: “listo, para las legislativas no vale la pena votar en blanco, para
las presidenciales sí” Tampoco: Yo veo 6 candidatos que representan distintos
espectros políticos: desde la ultraderecha hasta la ultraizquierda, tienen
errores y han cometido equivocaciones, pero no podemos pedirle a los ángeles
que nos gobiernen. Que si gana el voto en blanco hay que cambiar a los
candidatos es cierto, pero servirá de poco porque los que ponen a los nuevos
candidatos serán los mismos partidos, cambian a Vargas Lleras por Rodrigo Lara,
por ejemplo ¿serviría de algo? Nada.
El único escenario en
el que yo podría votar en blanco es en una segunda vuelta si ninguno de los dos
candidatos satisface mis expectativas, pero de resto es un ejercicio bastante
inútil y me alarma que a dos meses de las elecciones presidenciales la encuesta
de Guarumo sitúe el voto en blanco con cerca del 12% más un grupo de casi 6% de
indecisos, un porcentaje muy alto. Para estas elecciones es peor porque habrá
dos votos en blanco: uno que pertenece a un movimiento político que por cada
voto de esos recibirá dinero (!!!) por reposición, el otro será el voto en
blanco convencional.
De manera que todavía
tiene tiempo para buscar a un candidato con una hoja de vida, una trayectoria y
unas propuestas que represente su ideal de país, una democracia fuerte se nutre
de la participación de la mayoría de los ciudadanos. Es la única manera de
cambiar el país.