sábado, 15 de enero de 2011

Redes Antisociales

"China malparida" "Le aconcejo (sic) que no se meta más conmigo"  "ojo, no me embalen con esas maricadas" y otras perlas de este estilo he tenido que leer en los estados del facebook de mis amigos, ofensas y agresiones están a la orden del día, hay unas que ya han hecho historia como la que lanzó por twitter un expresidente "periodista mafioso" escribió, como respuesta a una columna en la que denunciaban unos turbios negocios durante su administración. Me considero afortunado: no he alcanzado a ser testigo de concertación de citas para agredirse físicamente, ni de amenazas de muerte; tampoco he sido objeto de amenazas ni de insultos por la red social, es que lo mejor es mantenerse al margen, aún de los que se consideran amigos. 

Daniel Samper Pizano expresaba que había una necesidad urgente de reflexionar sobre la agresividad con la que se usan las redes sociales, tal vez, teorizaba, la inmediatez del sistema y la brevedad del mensaje, en el caso de twitter, añadidos a la irreflexión propia de la juventud, que es obviamente la población dominante en estos sitios web  permiten que las palabras no pasen por el filtro y originan estas agresiones verbales que ya han sido causa de acciones judiciales como le ocurrió al que se las dió de gracioso y creó un grupo en facebook amenazando de muerte al hijo del expresidente Uribe.

Colombia, lamentablemente, es la tierra donde los odios son imperecederos y las pasiones inmortales; nos tomamos muy a pecho cualquier declaración, cualquier postura, cualquier ideología, lo más triste es que a veces sin conocerla muy bien, y en ese arrebato de pasión surgen las posturas extremas, donde se cree que es el otro quien está equivocado o que dice lo que dice para agredir y padecemos entonces ese "síndrome del enemigo" donde cualquier cosa que el otro haga será vista como una provocación o una ofensa. A esto añadámosle  el poco conocimiento que tienen algunos de nuestros compatriotas de la argumentación o, más bien del poco prestigio de la agresión como argumentación y entonces tenemos el plato perfecto, la confrontación, no de ideas, sino de groserías y maldiciones.

Colombia es un país que necesita tolerar y las redes sociales están ahí para recordárnoslo,





      

jueves, 6 de enero de 2011

Poesía Religiosa (En momentos en que perdí la esperanza)

Las hondas huellas de la locura
se vislumbran detrás de mis pasos
la desesperación camina a mi lado
me cruza el brazo sobre la espalda como una amiga
me aconseja
me pervierte

¿En qué momento caí en la fosa?
¿En qué lugar me perdí de tus huellas?
Oh, Dios, Sabiduría
devuélvete por mí que te he perdido

El manto de tiniebla me cubre
El cuchillo de la incertidumbre me tiene por el cuello
Un movimiento
Un movimiento en falso
Un movimiento en falso  y moriré en el fango de la derrota

Venga, ejército del Señor
Vengan, confianza, fé, seguridad, esperanza
Ven, certeza, con la lanza y el escudo de la tranquilidad
Venga El Señor y me salve
Como las otras veces
Venga El Señor y me salve
Para siempre.

miércoles, 5 de enero de 2011

Acerca de Taurófilos y Antitaurinos

Por estos días, como en todos los finales - comienzos de año, se abrió ese invierno denominado "temporada taurina" que se desarrolla "en las más importantes plazas del país" es decir, en Bogotá, Cali y Manizales, las emisoras y los telenoticieros resumen y comentan las corridas con expertos en la tauromaquia; que se me hacen como un último corrillo de nostálgicos de la belle epoque, un combo anacrónico, llamémoslo así, que trata, a capa y espada (que apropiado suena), de proteger lo que ellos llaman un espectáculo o, más grave aún, un arte. Seguramente suspiran cuando escuchan: "mirando torear a Silverio..." o "era el torero de más tronío y el más castizo de to Madrid" (¿qué será tronío?) y conocen al dedillo la historia de Islero y Manolete, es más, si usted habla con ellos, puede que hablen con un dejo de peninsular. Son estos eminentes vegestorios taurófilos y un puñado de sus seguidores quienes quieren perpetuar una tradición, esa es la palabra, con unos argumentos endebles y hasta risibles.

La razón con la que más amenazan estos personajes es que si el toreo se acaba, se acaba la especie de toros de lidia, que se crian especialmente para estos espectáculos. Imaginen el contrasentido: de "te criamos para torturarte" la tortura como oportunidad de vida, sería un caso único en el mundo. Algún taurófilo podrá decir que se hace lo mismo que en la industria, se crian animales para matarlos; bueno, matarlos sí, no torturarlos lentamente en un espectáculo deplorable para el ser humano, que, supuestamente, es el inteligente de la fiesta.

Los otros argumentos; que son una parte de una tradición milenaria, que sirve para descargar sentimientos negativos de la población, que es una mezcla de arte, música y muestra de virilidad, que Dios creó a los toros para morir en la faena (!), que es un espectáculo en el que se valora la fuerza del animal; son tan débiles que se caen por su propio peso. Nuestro recorrido de civilización nos ha ido quitando ciertas tradiciones que podemos llamar bárbaras (aunque falte por ejemplo el aborto) el toreo y otras costumbres sangrientas e insanas que se hacen llamar culturales deben desaparecer para bien de una comunidad humana que se hace llamar civilizada.   

Adhiero a la críticas de los antitaurinos colombianos, que son muchos, pero que difícilmente tienen medios de comunicación para imponer sus opiniones, el caricaturista Vladdo desde su cuenta de twitter ha sido uno de los  más punzantes creando incluso un logo para ponerlo como avatar: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghs7BIA8d8TNuO05B6EtzQwrgMWXoKtyKzwElnXfbVN3zPAL8NNdHCbFJMdqsheX2gEsbAB20P6yVn6iFPwv4H0uXHgw_LG-qsaTuMHvCqMvQ5d1LUF5YJFh0qVs3L0sDXKqdVMQyOdVs/s1600/defensa-toros-web.jpg Adhiero a su protesta activa frente a la tortura lenta de un animal indefenso para satisfacción de unos y lucro de otros, me declaro antitaurino porque no nos construye sino antes nos degrada como seres humanos civilizados y hago votos porque otros deportes como el rodeo o el coleo desaparezcan cuanto antes de nuestros deportes.