domingo, 26 de enero de 2014

Elegía a Rafael Uribe Uribe

Ya no lucen enhiestas 
las puntas del bigote altanero
la sangre que lo empapa
merma su altivez

Sol de mediodía
Testigo involuntario
Llora Santa Teresa


El hacha que acecha ha deshecho
la llamarada
su ruido seco ha logrado
atenuar el estallido del trueno

Mentes oscuras, obtusas
enciénden con éxito la máquina del olvido
La luz ha sido escondida
El rugido ha sido opacado
La losa fría no habla
Ni la estatua ilustra
Tampoco el busto enseña

Hipócritas homenajes
Tardíos reconocimientos
Arrepentimientos póstumos
ocultan la luz meridiana
con agridulces palabras

La luna llega a las 13.30