viernes, 14 de abril de 2017

Tengo derecho a dormir, pero debo respetar

En la mañana del viernes santo se hizo tendencia el hashtag #TengoDerechoADormir por cuenta de un bogotano que salió airado a increpar a la procesión de un viacrucis que pasaba por su apartamento porque “tenía derecho a dormir” Como siempre las redes se llenaron de memes, reacciones y comentarios incluso de gente reconocida como Daniel Coronell opinaron sobre el tema, la cosa parece baladí, pero creo que se pueden analizar algunos aspectos de nuestra realidad en el video y las reacciones que provocó.

Si bien todos nos hemos molestado por la realización de procesiones, marchas, protestas o manifestaciones también la mayoría somos conscientes de que esto hace parte de la libertad de expresión, puede que para algunos una procesión del viacrucis no valga lo mismo que la de los animalistas, por citar una; pero ante la ley son expresiones de comunidades con igual reconocimiento y cumplidos todos las condiciones que se imponen en estos casos no debería haber ninguna restricción para hacerlas, por eso en la altisonancia del que protesta diciendo entre otras cosas que la procesión “es un delito” hay claramente un sesgo según el cual pareciera que hay unas expresiones ‘más iguales que otras’  Utilizando ese mismo principio egoísta de ‘bienestar individual’ mañana alguien podría salir a insultar una marcha, digamos del orgullo gay, porque el ruido que hacen le provoca dolor de cabeza.  Un despropósito total.

También es cierto que no todas las marchas deben ser toleradas: marchas del odio, por ejemplo, en las que se brinden espacios para magnificar la eugenesia o el racismo no deberían tener consideración en nuestra realidad, ya sabemos que no todas las ideologías son respetables, pero está claro que  no es este el caso de la procesión del viacrucis.

Que haya marchas, manifestaciones feministas, de la comunidad LGBTI, los animalistas, los sindicalistas (yo que soy profesor sindicalizado), los uribistas, pero que haya espacio también para los católicos, los musulmanes, los cristianos, los judíos, que los colombianos aprendamos a respetar al otro, su visión del mundo y sus manifestaciones religiosas, étnicas, culturales o las que sea. No podemos pretender tener un planeta para nosotros solos.


"Lo que ustedes hacen es un delito" decía el hombre a los de la procesión