martes, 21 de diciembre de 2010

Top 5: Los problemas de mi ciudad

Este es uno de esos temas que siempre me pasan por la cabeza pero que nunca he realizado sobre el papel por cualquier excusa, lo el lector verá aquí será la confección de conversaciones sueltas que he sostenido con amigos, conocidos y a veces con interlocutores casuales, como algún taxista. He tratado de ser justo y nombrar aquellas cuestiones que son responsabilidad única y exclusivamente de gobernantes y gobernados, para tratar de establecer un punto de reflexión acerca de problemáticas inherentes a nuestra función de ciudadanos o de gobernantes. Si es que queremos una mejor ciudad.

Sin más demora aquí va:

Número cinco: La música en el transporte público 
Yo sé que es muy complicado que en la buseta pongan a Mozart o a Bach o a Ray Charles, pero al menos varíen, es muy terrible que cuando no ponen esos vallenatos vacíos suena un reggaetón inmundo (perdón por el pleonasmo), ni con los audífonos puestos se libra uno de escuchar ese adefesio.

Número cuatro: El problema de la malla vial y el transporte
Esta es una ciudad intermedia, sin embargo en las horas pico es intransitable, hace años, cuando la ciudad empezó a crecer se advirtió el problema, sin embargo hasta ahora es que se está empezando a tratar con los puentes elevados y la ampliación de la vía 40. A esta hora la ciudad no sabe si va a tener un sistema de transporte masivo o si va a tener pico y placa o si va a dejar las cosas como están. La señalización y los paraderos aunque tienen una buena intención son muy poco respetados, igual que los policías de tránsito. Las calles de la ciudad son una vergüenza, están llenas de huecos y la explicación del alcalde es que a él le preocupa más la educación de nuestros hijos.

Número tres: Los medios de comunicación, sobre todo la radio )porque prensa, tv e internet están en pañales)
Por antiestética, antiética, oportunista, burocrática, politiquera, superficial, y antieducativa (usted dirá que la función de la radio no es educar, pero tampoco es incentivar la baja cultura. Eso es responsabilidad social) antiestética: la gente que la dirige no está ni siquiera preparada para conducir un programa (salvo honradas excepciones) sus programas son macheteados, chambones e inflados con relleno. Sé de buena fuente que los noticieros omiten toda información que revele a la opinión pública las metidas de pata de la administración porque reciben pautas publicitarias de la alcaldía, en ese detalle pueden suponer  los ciudadanos la calidad de la información que reciben por este corrupto medio, politiquería barata. Los programas, plagados de mala "popularidad" donde abunda el chiste de doble sentido, la vulgaridad flagrante, la burla al que es ejemplo, la promoción de antivalores. "temprano es más bacano" es un ejemplo, compiten en superficialidad con la radio juvenil con temas tan profundos como "¿crees que el amor existe?" y otras joyas del mismo estilo.

Número dos: La falta de cultura ciudadana
Que se traduce en cosas como: irrespeto a las leyes, aún a las más sencillas; daños a la infraestructura y al medio ambiente, parques y sitios públicos sucios y llenos de excrementos de animales, desidia y apatía ante las metidas de pata de la administración, intolerancia (esa costumbre de creer que a los vecinos les gusta la música que pone a todo volumen), la compra y venta de conciencias en épocas de elecciones, y las más grave: la admiración por esa cultura traqueta que tan arraigada está y tanto daño nos ha hecho.

Número uno:   La falta de administración
concejales sin preparación, elegidos por un pueblo que vota por quien le de una teja o un mercado, que no asisten a las sesiones, que no promueven un proyecto y que participan sólamente si les conviene para su porvenir político, que no están en armonía con las necesidades del pueblo sino al servicio del negocio burocrático, que aprueban leyes estúpidas como la de prohibir el parrillero hombre, ¿tan incapaces consideran a las mujeres? en vez de procurar el mejoramiento de la malla vial, o solucionar de una vez por todas el problema del acueducto, o los elefantes blancos como ese centro comercial San Marcos, o, más importante aún, frenar el problema de inseguridad que ha aumentado de un modo alarmante. Un alcalde paquidérmico, con escándalos de nepotismo como ese del bar dentro de la bomba de gasolina (!) que dice preocuparse por la educación de los ciudadanos pero que nombra maestros provisionales para que ayuden en las aspiraciones políticas de su partido, que convirtió la ciudad en una réplica de la luna y que saca pecho diciendo que es un hombre honrado, ellos son los que gobiernan nuestra decaída ciudad. Para mí, el problema más grave de todos los que tenemos.