Ya no lucen enhiestas
las puntas del bigote altanero
la sangre que lo empapa
merma su altivez
Sol de mediodía
Testigo involuntario
Llora Santa Teresa
El hacha que acecha ha deshecho
la llamarada
su ruido seco ha logrado
atenuar el estallido del trueno
Mentes oscuras, obtusas
enciénden con éxito la máquina del olvido
La luz ha sido escondida
El rugido ha sido opacado
La losa fría no habla
Ni la estatua ilustra
Tampoco el busto enseña
Hipócritas homenajes
Tardíos reconocimientos
Arrepentimientos póstumos
ocultan la luz meridiana
con agridulces palabras
La luna llega a las 13.30